Publicado el 17 de Noviembre, 2009, 23:17
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Publicado el 8 de Septiembre, 2008, 18:13
http://www.elcomercio.com.pe/edicionimpresa/Html/2008-09-06/a-favor-filosofia.html
El Comercio, 06-09-08 UNA VIDA DEDICADA AL SABER A favor de la filosofía Por Fernando Savater. Filósofo
Sin duda hoy la filosofía no es la chica más guapa de la clase ni tampoco la más popular. Pierde horas en los planes de estudio y para colmo se la empareja en algunos cursos con ciudadanía, lo cual es el mejor modo de fastidiar por igual ambas materias. Yo creo que uno de los problemas principales del estudio de la filosofía es lograr entender de qué va o, mejor, cogerle la gracia: como los chistes. No es tan fácil. Isaiah Berlin empezó su vida académica como filósofo (era uno de los discípulos predilectos de Wittgenstein) pero luego dejó este primer amor para dedicarse a la historia de las ideas; cuando se le preguntó por las razones de tal cambio, repuso: "Es que quiero estudiar algo de lo que al final pueda saber más que al principio". En efecto, la filosofía trata de cuestiones no instrumentales --como las que se plantea la ciencia-- y que por tanto nunca pueden ser definitivamente solventadas: sus respuestas ayudan a convivir con las preguntas, pero nunca las cancelan. De ahí que quienes aconsejan con impaciencia a los filósofos acogerse a la psicología evolutiva o a las neurociencias sencillamente no entienden el chiste ni ven la gracia al asunto. Como bien indica Giacomo Marramao en Kairós (Editorial Gedisa), "las interrogaciones filosóficas se sirven de la experiencia y no del experimento, y por ello solo pueden utilizarse en los símbolos, metáforas, palabras clave con las cuales intentamos conocer la realidad en que vivimos". Quizá la mejor caracterización de la inquietud filosófica es señalar que se ocupa de "las interrogaciones que a todos nos conciernen", no en cuanto preocupados por tal o cual sector del conocimiento, sino en lo que toca a nuestro común oficio de vivir como humanos. Este es el planteamiento básico sustentado por Víctor Gómez Pin en su "Filosofía" (Gran Austral, editorial Espasa Calpe), una introducción general a la materia que puede resultar ardua para quien apetezca simplificaciones de manual pero que resulta provechosa a cuantos crean que lo importante siempre resulta también exigente. Gómez Pin no rehúye partir de los avances de la matemática y otras ciencias, pero busca sin cesar establecer ese nivel común a la inquietud humana general que es propiamente filosófico. Porque no debe olvidarse --como bien dice Odo Marquard-- que el filósofo no es un experto, sino quien dobla al experto: el especialista para escenas de peligro. Otro camino de acercarse al chiste filosófico pasa a través de la vida y obra de algunos grandes pensadores. Las ediciones Marbot, que han iniciado recientemente con acierto y buen gusto su andadura, proponen dos libros excelentes a tal propósito. Cada uno de ellos está centrado en un filósofo, desde enfoques muy distintos aunque ambos bien logrados. El Séneca, de Paul Veyne, historiador del mundo clásico que estuvo muy vinculado intelectualmente a Michel Foucault, es un estudio magistral de la vida, obra y época del pensador nacido en la Córdoba primitiva. Nos narra la trayectoria humanísima y por tanto a veces contradictoria de un indagador preocupado con esa gran molestia intelectual y práctica: la dificultad de habitar el mundo sabiéndose mortal. En los días de Séneca, ser filósofo no era escribir tratados de filosofía ni mucho menos dar cursos de esa materia, sino vivir de un modo determinado: con deliberación y conciencia, luchando contra la rutina mimética que todo lo arrastra y nada se pregunta. Por otra parte, el Spinoza, de Alain, prescinde de la parafernalia historicista y de la mirada externa de comentador: resume en un inigualable prontuario lo esencial del pensamiento del valiente sabio judío como si fuera él mismo quien hablase sin intermediarios ni distancia académica. Durante muchos años, el libro de Alain ha constituido la base de gran parte de mis cursos y también --ayer como hoy-- del pensamiento que me ayuda a vivir. Por suerte, la filosofía es una tradición de la que no debemos renunciar a nada: pero si debo quedarme con un solo compañero filosófico, que me dejen con Spinoza. La filosofía nace con la democracia y representa en el terreno intelectual lo mismo que ella en el político: la autonomía del individuo pensante frente a las veneraciones inapelables establecidas. Quienes por razones espuriamente funcionales tratan de disminuir hoy su peso en la enseñanza, pretenden sin duda también la sumisión al poder incuestionado y no la mera eficacia laboral.
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Publicado el 22 de Julio, 2008, 15:07
[FILOTIC] FW: Blog de actividades para Hª de la Fª Tuesday, July 22, 2008 7:11 PM From: "Oliver Alvarez Valle" <pucelanoide@HOTMAIL.COM> To: FILOTIC@LISTSERV.REDIRIS.ES
¡Hola a todos! Soy Oliver Alvarez Valle, miembro de FILOTIC desde hace unos años. Escribo porque he preparado un ejemplo de blog para la programación didáctica que he presentado en las oposiciones, y, ahora que han pasado, puede que sea de utilidad para alguien. Faltan algunos enlaces por rematar, lo iré haciendo poco a poco, y más adelante añadiré actualizaciones y más actividades. La dirección es la siguiente: http://ahombrosdegigantes.blogspot.com Está diseñado para Historia de la Filosofía-Filosofía II de 2º de Bachillerato. Ya digo que lo iré completando y mejorando.Un abrazo para toda la comunidad. |
Publicado el 12 de Junio, 2008, 12:16
La República, 08-06-08 Aula Precaria.
Los jóvenes y la reflexión
Luis Jaime Cisneros
Si alguna disciplina simboliza la reflexión en nuestra vida universitaria, asoma en primer término la filosofía. La hallamos en la raíz de toda casa de humanidades. Y por cierto, recordamos que a su amparo surgieron las universidades medievales. Todo cuanto el hombre ha logrado en siglos anteriores fue posible porque hubo quienes reflexionaron sobre disciplinas como la Teología, las Matemáticas, la Física y la Filosofía. Si Descartes no hubiera propuesto una interpretación matemática de los hechos y las cosas, las ciencias no habrían alcanzado la dimensión que hoy les reconocemos. Y no es porque la filosofía ofrezca solución para todos los problemas, sino porque nos enseña a reflexionar sobre ellos para poderlos encarar racional o imaginativamente. Es decir, nos mueve a diseñar el camino hacia el previsto horizonte: nos enseña cómo profundizar y cómo descubrir (gracias a la reflexión) las diversas maneras de llegar a la verdad. Por eso en los institutos de enseñanza superior se aprende a profundizar en la universalidad como requisito indispensable para poder profundizar en cualquier especialidad. Claro es que a esta convicción se llega tras largos años de estudio. Pero se llega, felizmente, tras comprobar que la reflexión filosófica nos ayuda a la realización del ser. Al hombre debe interesarle más ser-en-el-mundo de la cultura (como soldado, como actor) antes que estar en ese mundo sólo por el hecho de haber nacido a sus circunstancias. Nosotros debemos dedicarnos a lograr que nuestros estudiantes 'sean' y no se conformen con estar-ahí, como estafermos. El estar-en-el-mundo de la cultura tiene poco que ver con las esencias que justifican nuestro ser individual. Si no soy-en-el-mundo en que me encuentro, la cultura me resulta realmente indiferente. Claro se está que esto exige comprender todos los alcances de la palabra mundo, con la que no busco aludir a ningún ámbito geográfico sino a la apertura del ser, a la que vivimos expuestos. Y es que –como enseñaba Honorio Delgado– la filosofía aspira a "relacionar al hombre con el todo por la inteligencia, a buscar el sentido profundo de lo asequible en la experiencia". A estas reflexiones me veo convocado cuando escucho a algunos estudiantes conversar sobre sus estudios y sobre las metas que vislumbran en el horizonte. Creen que el porvenir es un paradero al que llegarán el día en que el tren cumpla su recorrido. Se desconocen como arquitectos que deben diseñar el proyecto, y al mismo tiempo como obreros comprometidos en la tarea. No reparan en que, después de Hiroshima, todo problema ético reconoce una responsabilidad en la tecnología y en la ciencia (o en los progresos alcanzados por una y otra). Y es que no estamos acostumbrados a reconocer que la reflexión y la crítica son las armas a las que debemos recurrir los universitarios, porque ahora son más imprescindibles que nunca para garantizar la estabilidad espiritual. En un artículo periodístico un profesor universitario se preguntaba (en 1999) para qué enseñaba la universidad, y concluía afirmando que la institución no tenía clara conciencia sobre la función social a que estaba comprometida. Su conclusión era que la universidad sufría de "cierta deformación ideológica". Esa deformación se expresaba en el hecho de que vivía empeñada en "producir profesionales, especialmente técnicos calificados en las disciplinas que les exige el mercado". Podemos estar en desacuerdo con la explicación, pero si dedicamos atención a la publicidad a que recurren hoy muchos centros de educación superior, pensaríamos que para muchos la universidad está adquiriendo fisonomía de empresa comercial. Y me centro en la importancia que ha adquirido para la gente joven el campo de la comunicación. He aprendido nuevos estilos de conversación con los jóvenes. Sé que no vale la pena preguntarles qué leen ni en qué piensan. Pero sí vale la pena preguntar por la música que escuchan, y acompañarlos a sonreír antes sus distintas colecciones y grabaciones musicales. He tratado de explicarme este recurrir al lenguaje musical (que no es el lenguaje 'de los otros'), que tanto ayuda a descubrirse en la real intimidad. Y porque pienso que ésa sea, quizás, la manera como buscan ahora los jóvenes un modo de 'encontrarse' y proteger su intimidad, me preocupo por escuchar los nuevos ritmos, sabiendo (como sé) que todo lenguaje le sirve al hombre para saberse y sentirse 'persona' y para enorgullecerse de su condición humana. Y al hacerme consciente de esta preocupación, recuerdo cuánto me emocioné el día que estreché la mano de André Malraux y pude agradecerle el que hubiera escrito La condición humana. |
Publicado el 8 de Mayo, 2008, 11:49
From: Entrevista educ.ar
Sent: Friday, May 02, 2008 1:07 PM
Subject: José Pablo Feinmann
Entrevista de la semana
Queremos compartir con ustedes el video de la entrevista con José Pablo Feinmann: algo del detrás de la escena de este prestigioso filósofo, escritor y guionista de cine, que hoy enfrenta el desafío de abordar la filosofia en televisión. Su programa Filosofía aquí y ahora se emite los jueves a las 23:30 hs por Canal Encuentro
Para ver la entrevista ingrese aquí:
http://portal.educ.ar/noticias/entrevistas/jose-pablo-feinmann-filosofia-1.php José Pablo Feinmann: Filosofía aquí y ahora![]() En este programa –que también cuenta con un visitadísimo minisitio y un foro en internet– Feinmann nos propone revisar las preguntas fundamentales de grandes pensadores, como Descartes, Kant, Hegel, Heidegger, Nietzsche, Marx o Sartre, y nos invita a utilizar la filosofía para pensar el presente. En esta entrevista realizada para educ.ar cuenta algunas cosas de su vida más íntima, parte del detrás de escena de este prestigioso filósofo, escritor y guionista de cine. |
Publicado el 26 de Noviembre, 2007, 16:12
Hay una publicación sobre la enseñanza de la filosofía en el mundo, titulado La filosofía, una escuela de la libertad – Enseñanza de la filosofía y aprendizaje del filosofar. Lamentablemente la publicación se encuentra en su versión en inglés o francés. De todos modos, se puede descargar libremente en: http://portal.unesco.org/shs/en/ev.php-URL_ID=11575&URL_DO=DO_TOPIC&URL_SECTION=201.html |
Publicado el 30 de Marzo, 2007, 13:43
Domingo, 18 de marzo de 2007 ¡Que vivan las humanidades! Luis Jaime Cisneros
Nos viene ocurriendo desde que éramos muchachos. A medida que se ha ido deteriorando nuestra facultad crítica, la verdad ha comenzado a sufrir derrota tras derrota. Lo grave de este deterioro, antes que un fenómeno del inesperado mundo vulgar, es un "defecto orgánico de quienes producen conocimiento". Ya lo había advertido Huizinga setenta años atrás: "Junto a este fenómeno de decadencia, hay además otro que podríamos llamar corrupción de la función asignada a la ciencia, o abuso de la ciencia como medio" (Entre las sombras del mañana, 1936,79). Ciertamente, la ciencia ha progresado en forma extraordinaria: su valor como conocimiento está en la cúspide. Y qué decir de su aplicación: nuestra sociedad de consumo lo comprueba diariamente. Pero ya no nos rinde como ayer en el campo de la educación. Su valor pedagógico está realmente por los suelos. En ese aspecto, no sería errado admitir que estamos atrasados, como si nos hubiésemos quedado en el siglo XVIII. Uno de lo s campos más afectados parecería ser el de las Humanidades. Por lo menos, hay muchos que lo creen. Lo que ocurre es que en su formación ideológica y su expresión las humanidades suelen moverse, de preferencia, "en esferas que comprenden juntos lo estético y lo sensible". Y desde los días sombríos de Hiroshima, hay quienes en varias lenguas se resisten a creer en la fuerza del espíritu. Pero (y vuelvo al amparo de Huizinga) "sigue siendo el espíritu el que se mueve en el mundo de lo inteligible". No solamente hay que aprender a buscar la verdad. Hay que saber, llegados a ella, sentir que la verdad fue siempre el ideal. Y esa es la tarea esencial de la formación humanista. El campo de las humanidades (verdad heredada del mundo grecolatino) es más amplio de lo que muchos sospechan: no está circunscrito a lo estético y lo sensible. Incluye a la biología y a la física. Comprende a las ciencias matemáticas. Euclides y Aristóteles pertenecen a este mundo. Cuando hoy hablamos de humanidades, estamos mencionando a Einstein, a Heinsenberg y a Bohr. Freud es tan legítimo de ese mundo, como Picasso y Proust. Una Facultad de Ciencias Humanas acoge a especialistas de varias disciplinas hermanadas por la consentida fe en la verdad del conocimiento. Sin una base firme en humanidades, no hay manera de especializarse. Esta sigue siendo una batalla del mundo intelectual. Y en algunos países, es una franca batalla del mundo universitario. Por eso en muchas universidades hallamos los Estudios Generales, que constituyen la obligada puerta de entrada para un mundo de especialización científica. Cuando nos decidimos a analizar las causas por las que nuestro sistema escolar está en crisis, se suscitan reclamos, acusaciones, protestas que a nada conducen y nada solucionan. Vamos a hacer frente a la realidad: esa es la tarea esencial. Hay quienes defienden lo que se conoce como una educación tradicional, y hay, frente a ellos, quienes defienden la innovación. El siglo XX ha sido ciertamente el siglo de los grandes contrastes: el más profundo ha sido la ruptura de la tradición y el surgimiento de lo que alguien ha llamado "creaciones inéditas". Si eso ha sido válido y digno de celebrarse en varios campos, en el pedagógico ha resultado, acá y allá, necesitado de reflexión y crítica. Los norteamericanos tuvieron su experiencia con los trabajos de Dewey. Los franceses escucharon varias llamadas de atención. No podemos ignorar que a la educación cabe transmitir "un patrimonio, una herencia, un conjunto de saberes constituidos" que el alumno debe aprender a respetar (Luc Ferry). Ese es el primer deber de la escuela. Lengua y civilización llaman los franceses a esta perspectiva. Y también la escuela debe ayudar a que los alumnos aprendan a crear y a inventar. Por lo pronto, deben descubrirse ‘creadores’ y comprobar que pueden inventar y crear en las lenguas: descubrirse en trance poético brinda seguridad en sí mismo y robustece la tradición. Claro se está: los que terminan sus estudios secundarios habrán descubierto también el servicio (y el poder) que brinda la ideología. Y es necesario que eso ocurra y que el maestro aproveche para ayudar al alumno a descubrir el valor de la verdad y la justicia, de la verdad y el error. Y ese es el instante en que debe la escuela reforzar el mundo espiritual y el mundo de los valores.
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Publicado el 30 de Marzo, 2007, 13:42
En más de una ocasión ha dicho que la filosofía no resuelve problemas, sino a lo más promueve ideas, ¿cuál cree que debe ser el papel de ésta en el mundo actual?
Fuente: Extraído de “El filósofo de las medias verdades” Gianni Vattimo, el filósofo de la postmodernidad en Lima. Dominical El Comercio, 25-02-07, |
Publicado el 20 de Marzo, 2007, 12:29
http://actualidad.terra.es/sociedad/articulo/fernando_savater_hay_1444021.htm
Fernando Savater: 'Hay que fabricar demócratas y no feligreses'El filósofo Fernando Savater, que participó hoy en el congreso 'El Factor Humano', que, convocado por
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Publicado el 18 de Febrero, 2007, 16:56
Pueden encontrar una relación de los libros de la Biblioteca Filosófica Básica en |
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