Publicado el 15 de Abril, 2007, 12:09
ENTREVISTA: GONZALO TRESPADERNE Profesor de Filosofía
"Los alumnos suelen poner lo material por encima de todo"
M. J. LÓPEZ DÍAZ - Almería - 12/03/2007 Trespaderne Arnaiz (Briviesca, Burgos, 1970) acaba de escribir una novela didáctica sobre la historia de la ética y los principales problemas morales de nuestro tiempo, a la que ha añadido un cuaderno de actividades y una guía para el profesorado. Bajo el título de Los caminos de la felicidad, Trespaderne cuenta las principales propuestas morales de la tradición occidental con un grupo de adolescentes como protagonistas. El libro, editado por la Consejería de Educación andaluza a través del centro del profesorado de El Ejido (Almería), es material educativo para secundaria y bachillerato, con una aplicación informática por la que ha recibido el segundo premio del Centro Nacional de Información y Comunicación Educativa. La aplicación está en www.iesabdera.com/novela y próximamente en www.cnice.es
"Teatralizo mucho, todo lo que sea hablar de personas de otro tiempo se les hace aburrido"
Pregunta. ¿Se ríen los estudiantes de Sócrates o Aristóteles? Respuesta. No, les tienen bastante respeto. Lo normal es que les resulten difíciles de entender. Mi trabajo ha intentado hacérselos asequibles, que disfruten con ellos y vean que aún tienen mucho que aportarnos hoy día. P. Ahora estarían vistos como machistas... R. Sí, lo comentamos a veces en clase y, en un capítulo de la novela, Carmen, una de las protagonistas, le pregunta al profesor: "¿Andrés, no hay alguna mujer sobre la que podamos hacer el trabajo de ética?", y él reconoce que no, que en el mundo de la filosofía se ha dado poca cabida a la mujer. Una tal Hypathia, en el siglo V, a la que apedrearon porque se enemistó con un obispo en su ciudad, Alejandría. Ya empieza a haber muchas mujeres que lo hacen mejor que los hombres. P. ¿Por qué surgió la idea de escribir esta novela? R. Hace unos 12 años leí El mundo de Sofía y me pareció estupendo intentar hacer la historia de la filosofía asequible al gran público. Pensé: qué bueno sería hacer algo parecido con la ética. Mi intención ha sido hacer una historia de la ética novelada. Luego intercalé capítulos sobre problemas morales de ahora. P. ¿Es preciso disfrazar con una historia ficticia las propuestas morales de Occidente para que los alumnos la digieran? R. Soy más partidario de simplificarlas y sintetizarlas al máximo. Por ejemplo, cuando explico a Aristóteles, me vale si se quedan con que para alcanzar la felicidad hay que intentar quedarse en el término medio entre dos extremos. Yo teatralizo mucho, tienes que hacerlo. Todo lo que sea hablar de personas de otro tiempo se les hace aburrido. Pongo muchos ejemplos y recursos multimedia. Creo que llegan a disfrutarlo. P. ¿Tienen la filosofía y la ética el papel que merecen en el sistema educativo actual? R. Hay que ver cómo se desarrolla la nueva ley. Yo creo que sí. Ahora el ministerio tiene que perfilar un poquito más los contenidos. Pero los profesores tenemos campo para desarrollar nuestros conocimientos. P. ¿Ve a sus alumnos preparados para un mundo que valora el dinero por encima de todo? R. Precisamente, en una clase con alumnos de 2º de bachillerato hablábamos de esto. Y, efectivamente, suelen poner lo material por encima de todo. Yo les ponía en un supuesto: "Imaginaos que una multinacional os ofrece trabajar en un proyecto muy importante pero que, para eso, tenéis que sacrificar amigos e incluso pareja". La mayoría me reconocía que se iría a trabajar con la multinacional, porque igual es un tren que pasa una sola vez en la vida. P. ¿Le han puesto sus alumnos en algún dilema ético alguna vez? R. Sí. Alguna vez he ido con ellos de viaje de estudios y por las noches querían salir. El profesor no debe dejarles que consuman alcohol. Pero es un día de fiesta en un ambiente distendido, ¿qué haces? Vamos a dejar en el aire lo que pasó. El viaje terminó bien, todos muy contentos.
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Publicado el 15 de Abril, 2007, 12:07
http://www.universia.cl/portada/actualidad/noticia_actualidad.jsp?noticia=119109
30/03/2007
Olga Grau, coordinadora del Programa de Filosofía para Niños de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile, reconoce que su manera de abordar este tema "es poco tradicional, en el sentido de que estoy trabajando en una línea que ha costado mucho que sea validada en mi propio medio". Lleva más de 20 años dedicada a la filosofía para niños, cuestión que no deja de impactarla, por "cómo uno persiste durante décadas en algo". Ese tema y el de los estudios de género -también es directora del Centro de Estudios de Género y Cultura en América Latina de la Facultad de Filosofía- son los que aborda en el libro "Mujer generación siglo XXI 2006, vocación por la universidad y el país", que se lanza este viernes 30 de marzo en esa casa de estudios y que reúne artículos escritos por 20 mujeres de la Universidad de Chile provenientes de ámbitos tan distintos como el académico, estudiantil y funcionario. La filosofía para niños, cuenta Olga Grau, la trajo a Chile "una monja misionera, Ana María Hartman, después de haber estado en Guatemala. Su interés era llevarlo a lugares donde hubiera regímenes dictatoriales o autoritarios. Porque filosofía para niños es absolutamente lo opuesto a cualquier concepción autoritaria de la relación entre pares, entre adultos y niños, y entre adultos y adolescentes. Es un proyecto que apuesta por una democracia real, y las interacciones son muy notables en ese sentido. Por eso soy una apasionada en este tema, porque se dispone a la gente a ser muy paritaria en lo que es el proceso de reflexión, en lo que significa dialogar, en lo que significa quedarse en silencio para que otra persona tenga oportunidad de hablar, o cómo lo que dijo me deja en silencio porque me hace pensar otras cosas que a mí no se me habían ocurrido". -Salvo hechos muy puntuales, la filosofía para niños nunca ha sido un tema muy visible.
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